Renuncia Embajador de Colombia en Alemania
Desde el día 28 abril del año en curso un sector importante de la ciudadanía colombiana ha salido a manifestarse para mostrar su descontento y rechazo a la forma en la que el presidente Iván Duque Márquez ha gobernado, y cómo ha reaccionado a las crisis sociales, económicas, humanitarias y de salud que vive el país. La respuesta del gobierno colombiano al que usted representa, ha sido cruel y violenta, violando en innumerables ocasiones la Constitución colombiana, la Carta de las Naciones Unidos y múltiples convenios internacionales en relación al derecho a la protesta y la responsabilidad de los Estados de defenderla y protegerla. El gobierno colombiano ha desoído el clamor de millones de personas que piden una vida digna, empleo, educación y salud de calidad. Durante semanas cientos de miles de personas, sobre todo jóvenes, han estado en las calles exigiendo que se acabe la exclusión social y la discriminación, que cese la destrucción del medio ambiente, la violencia policía. También exigen el fin de la corrupción y del concubinato del estado y sus instituciones con el paramilitarismo y el narcotráfico. El mundo ha visto cómo las fuerzas militares, cuyo mandato es servir y proteger al pueblo colombiano están usando las armas para violar, herir, asesinar y desaparecer. El gobierno del señor Iván Duque se ha empecinado en señalar de “terroristas”, “vándalos”, “criminales”, “narcotraficantes”, entre otros epítetos a los jóvenes, adultos, ancianos, mujeres, niños, hombres y mujeres trabajadores, indígenas, afrodescendientes y campesinos participantes en las protestas. Para la comunidad internacional es claro que en Colombia se están violando los derechos humanos, como lo han expresado varios voceros de gobiernos del mundo. Esta verdad no se puede ocultar, aunque que se niegue el ingreso al país de Comisiones Verificadoras de Derechos Humanos y se deporten veedores internacionales con la excusa de ser una amenaza para la nación. El mundo tiene los ojos puestos en Colombia. Ante los llamados que el gobierno de Alemania ha hecho pidiendo aclaraciones sobre la violencia de las fuerzas armadas, el embajador no ha rechazando las violaciones de los derechos humanos cometidos por policiales y militares y ESMAD, tampoco la presencia de civiles armados disparando contra manifestantes con el auspicio de la policía. Por el contrario, repite constantemente que las protestas son ilegítimas, que están infiltradas, niega que haya un uso desproporcional de la fuerza, y miente diciendo que Colombia es un país abierto al escrutinio internacional, cuando en realidad se ha negado el acceso a comisiones de verificación para aclarar los hechos de violencia. Nosotros y nosotras, las personas firmantes de esta carta consideramos que ustedes no han cumplido su mandado como representante del pueblo de Colombia en Alemania, que no han sido voceros del Estado Social de Derecho, y no han cumplido el mandato constitucional, y le ha mentido a la comunidad internacional. Por lo tanto, solicitamos su renuncia y la de todo el cuerpo diplomático.
LAFI, e.V (Iniciativa de Mujeres Migrantes Latinoamericanas en Berlín) Contactar con el autor de la petición